miércoles, 2 de abril de 2008

Horacio Ballester invitado de la catedra de DDHH de Sur


El Coronel (RE) Horacio Ballester, presidente del CEMIDA (Centro de Militares por la Democracia), brindó un claro y necesario testimonio destinado a entender en qué consistía la "Doctrina de Seguridad Nacional", en el marco de la megacausa RI9 que se desarrolla en el ámbito del Tribunal Oral Federal de la Provincia de Corrientes.Casado, de 80 años de edad, detalló su impresionante carrera militar hasta su expulsión del Ejército por cometer el "delito de despotricar y oponerse a la dictadura en 1972".El gobierno democrático que sobrevino luego, lo benefició con una amnistía, permitiéndole recuperar su grado militar, aunque en situación de retiro. Fue Gerente del Mercado Central de Avellaneda y Funcionario de la Junta Nacional de Carne.Declaró como experto en asuntos militares en el Juicio a las Juntas, la Causa Esma y hasta en Haití, contratado a tal fin por la ONU. Es autor de cientos de artículos y de tres libros prologados por escritores de la talla de Osvaldo Bayer y Rogelio García Lupo.Su impresionante currículum incluye la participación en numerosos simposios nacionales y del exterior, tanto de países americanos como europeos y asiáticos. Refiere haber participado del derrocamiento de Illia, un hecho que hasta el día de hoy lo persigue, pese a que pidió disculpas a la familia del ex-Presidente y hoy tiene con ellos y los radicales una excelente relación. Como contrapartida, esto le permitió ver el desastre que hacían con el país sus camaradas de arma, y entendió "con el cuero" la verdadera naturaleza de los Golpes de Estado, lo que lo transformó en un acérrimo defensor de la democracia.Al ser consultado acerca de si las Fuerzas Armadas operaban a mediados de los "70 con alguna hipótesis de conflicto, señala con firmeza que sí, que la "Doctrina de Seguridad Nacional" y los sucesivos tratados internacionales de índole militar, se enmarcaban en la hipótesis del conflicto Occidente-Oriente y el "enemigo era el Comunismo Internacional", aunque el movimiento peronista era, a su entender, el mayor objetivo de los genocidas. En este marco precisamente se crea el Plan Cóndor, un acuerdo que incluía entre los países del cono sur, el intercambio de prisioneros, la utilización de sicarios para eliminar enemigos fuera del territorio nacional y obviamente sin participación judicial.Destaca Ballester que la influencia francesa se notó claramente a fines de la década del "50 y principios del "60, y el aporte esencial de la "escuela francesa" fue la división del país en zonas y subzonas, el seguimiento del enemigo y las detenciones clandestinas, sin juicios.El hito histórico que genera en las FFAA la profundización de la teoría del enemigo interno es la revolución cubana, que conlleva a caracterizar al "Movimiento Comunista Internacional" como el enemigo de los países latinoamericanos, y se preparan a combatirlo de la mano de la "Doctrina de Seguridad Nacional".El CEMIDA ha aportado numerosos estudios de la dictadura militar argentina, entre los que se destacan los escritos por el fallecido Capitán (R) José Luis D’Andrea Mohr, y han brindado testimonio en distintas causas judiciales en el país y fuera de él.Su investigación lo ha llevado a la conclusión de que existieron en el país cerca de quinientos CCD (Centros Clandestinos de Detención) durante la dictadura y que la lucha "antisubversiva" se llevó adelante mediante manuales de Contrainsurgencia que enseñaban a torturar.Sostiene que no hay "guerras sucias", debido a que ninguna guerra (como contraposición) podría llamarse limpia, la guerra es un hecho tan deshumanizado que para atenuar su impacto es que se han creado Tratados como el Pacto de Ginebra. Y esto es más que una disquisición filosófica.Uno de los párrafos mas destacados de su extensa e interesante alocución, se da cuando refiere que en el país las mayorías de las empresas privadas son de capital norteamericano o europeo, por lo tanto si un grupo de obreros pedían mayores salarios y hacían paros, en el marco de el "conflicto Este-Oeste", estaban atentando contra estas empresas de occidente, por lo que estaban conspirando contra el bando en el que estábamos en el imaginario de las FFAA, y por lo tanto los peticionantes eran funcionales a los intereses de la URSS...en consecuencia...eran enemigos, subversivos. No es casualidad que algunas multinacionales aprovecharan la dictadura para sacarse de encima a las conducciones más combativas de los sindicatos y los delegados mas consecuentes con los reclamos de los trabajadores. Le consta que hubo desapariciones forzadas en la dictadura, no solo por investigaciones personales y del CEMIDA, sino porque una persona que trabajaba en su casa desapareció y forma parte de la larga lista, que incluye a los 30000 y a lo que el Capitán D’Andrea Mohr calificó como "el Batallón Perdido", la friolera de 140 soldados conscriptos desaparecidos en dictadura.La Escuela de las Américas, según el testimonio de Ballester, ya no está en Panamá sino en Georgia, Estados Unidos, pero lejos está de ser un tema del pasado esta escuela de represores, ya que hasta hace apenas un año o dos, un argentino estudió allí.

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