jueves, 7 de agosto de 2008

“Te voy a matar con mis propias manos”


Un nuevo correntinazo!!!
Fuertes condenas para los represores de la Causa RI9, la mas compleja del país y con matices que deberían observarse para encarar este tipo de procesos. Perpetua para Barreiro, 25 años para el ex-Presidente de la Sociedad Rural de Corrientes, el ex-Capitán De Marchi, y lo propio para el histriónico Losito, Coronel en actividad al igual que Barreiro. El "Astíz correntino", el Comandante (RE) Raúl Reynoso, purgará 18 años de prisión, y Píriz, el obediente suboficial podrá regresar con su familia tras su inesperada absolución.Lo importante es que se juzgó en Corrientes a la patota actuante en Capital y zona de influencia, por Centro Clandestino y con numerosos testigos y víctimas. Pero además se ha contextualizado la represión ilegal como en ninguna otra. Desde las para nada inocentes campañas de acción cívica, pasando por el Plan Cóndor, la "escuela francesa" y la "Doctrina de Seguridad Nacional", han sido analizadas en el debate de la mano de testigos de la talla de Martín Almada, el Premio Nóbel Alternativo de la Paz, Horacio Ballester, del CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia) y la excelente periodista francesa Marie Monique Robin, autora del documental "Escuadrones de la muerte-La escuela francesa".La jornada previa realizó su dúplica Ross, el abogado de Reynoso, donde además tres imputados ejercieron su derecho a decir unas últimas palabras, y a la noche se presentó el libro de Taty Almeida. Luego un grupo de jóvenes de Barrios de Pie, y agrupaciones estudiantiles iniciaron una vigilia en la esquina del Tribunal Oral Federal, en la intersección de calles La Rioja y Carlos Pellegrini, "para ganar la esquina", en una especie de ejercicio de la soberanía popular.
La nota de color
El panfleto de María Cecilia Pando
El día encontró a los que realizaron la vigilia con mucho ánimo en la fría mañana de invierno en la que debieron pernoctar. De a poco empezaron a llegar los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes, militantes políticos y sociales y familiares y ex -detenidos de la ciudad y la región (Misiones, Chaco y Entre Ríos). Estuvieron presentes los funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, del Programa Nacional "Memoria, Verdad y Justicia", y Taty Almeida por supuesto, que no vino solo a presentar el excelente libro de poemas de su hijo Alejandro, desaparecido en el año 1975.Más de quinientos manifestantes aguardaron el fallo, que fue transmitido por un equipo de audio hacia la calle, debido al exiguo espacio físico de la Sala de Debates, y lo recibieron con gritos de alegría y los cánticos que tanto enardecen a los autoritarios.Cecilia Pando, la sempiterna, la impune y provocadora activista pro-dictadura que recorre el país para ofrecer su show en todas las causas de derechos humanos, la misma que reivindicó el robo de bebés durante la dictadura en un programa de Chiche Gelblumg, se paseó por la esquina de los familiares y las víctimas primero, arrojando panfletos. sin que nadie cayera en su juego. Luego de la lectura de la condena se exaltó, salió la inefable Chechu, el personaje que pretende empañar la alegría amenazando a los jueces y querellantes, pero que termina siendo solo una nota de color para matizar el júbilo popular.

Un día histórico
Si bien la sentencia a Menéndez & Cía. en Córdoba fue la primera del interior del país (Miguel Etchecolatz y el cura Christian von Wernich fueron condenados en La Plata, que para el interior profundo es un anexo de Buenos Aires), el primer juicio oral y público en comenzar, a principios de febrero, fue el de Corrientes.
La previa de ayer arrancó, pese al frío, con una vigilia de pibes de Barrios de Pie y agrupaciones estudiantiles en la esquina del tribunal, en La Rioja y Carlos Pellegrini. Con el correr de la mañana llegaron los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes, militantes y familiares de Misiones, Chaco y Entre Ríos, funcionarios nacionales, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, y la diputada nacional Victoria Donda.
Pando correteó ante la indiferencia generalizada y desparramó panfletos con una frase que habría suscripto el ex presidente de Peugeot Argentina y actual embajador argentino en Francia, Luis Ureta Sáenz Peña, en la cual se expresaría “reconocimiento y solidaridad” a quienes “derrotaron a las organizaciones terroristas que pretendieron imponernos un régimen marxista”.
La actitud humilde de los familiares del suboficial Píriz contrastó con la arrogancia y la pilcha de los críos de los oficiales. “Entran con chalecos antibalas los héroes de Malvinas”, arengó un hijo de Losito cuando ingresaron a la sala. Un segundo después de que el juez Alonso, con la cruz sobre su cabeza, terminara de leer la sentencia, Pando se paró sobre una silla y empezó a gritar desaforada. “Ustedes van a pagar por lo que están haciendo. Juzguen al terrorismo, no sean cobardes”, les gritó a los jueces mientras se retiraban de la sala.
A diferencia de Córdoba, donde los familiares de los imputados le exigieron no hacer papelones y acató sin chistar, en Corrientes nadie intentó contenerla. En línea con el alegato del condenado Menéndez y sin disimular sus desequilibrios, Pando reiteró varias veces el típico gesto de degüello mientras gritaba “¡Asesinos! ¡Terroristas! ¡Falsificadores!” a sobrevivientes y familiares que se abrazaban. “¡Te voy a matar con mis propias manos!”, amenazó al secretario Duhalde. “¡Son jueces parciales! ¡Se les ha pagado a todos!”, agregó una cuarentona indignada. A la hora de insultar también sobresalieron la esposa y un hijo de Losito, educado “en la moral cristiana” según el coronel. “Les ponemos los micrófonos y somos sujetos de agresiones. Todos los medios recibimos patadas y cachetazos”, relató en vivo un corresponsal de televisión. La respuesta de quienes supieron esperar justicia durante treinta años no se hizo esperar:
–¡¿Rómulo Artieda?!
–¡Presente!
–¡¿Juan Vargas?!
–¡Presente!
Alguien aconsejó “un psiquiatra” para Pando y un coro de voces comenzó a celebrar. “Como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar.” Las amenazas siguieron fuera de la sala. “¡Nos la vas a pagar!”, le gritó el hijo de De Marchi al fiscal Oscar Resoagli, que intervino en la primera etapa de la causa. En la calle, medio millar de personas que escucharon la sentencia en vivo seguían celebrando.( Diego Martinez pagina 12)
//

No hay comentarios.: